En la escritura se consideran siete especies o elementos principales, brillantemente catalogados en su momento por el eminente grafólogo francés Crepieux-Jamín.
Si bien las investigaciones en el área del grafoanálisis han avanzado enormemente desde los tiempos de Jamín, sus bases han sido tan sólidas, que aun siguen en vigencia y resultan de gran valor y utilidad al momento del análisis.
En la escritura se consideran siete especies o elementos principales, brillantemente catalogados en su momento por el eminente grafólogo francés Crepieux-Jamín
• Orden (o distribución):
Se basa en la distribución entre las letras, palabras y líneas.
Tiene que ver con la capacidad de adaptación y organización del escribiente. La facilidad con que se ajusta a las normas de convención social, o su inadaptación.
• Tamaño (o dimensión):
Es la amplitud de la escritura, el espacio que ésta ocupa.
Indica la expansión de los impulsos y necesidades del autor, la imagen de sí mismo y el nivel de su expresividad.
• Forma:
Se trata de la forma del grafismo de un individuo, el tipo de trazo que predomina: su tipo de escritura.
Se relaciona principalmente con los modales y el nivel cultural. Evidencia los intereses y preocupaciones del escribiente, así como sus estados de ánimo.
• Dirección:
Se basa en la trayectoria de las líneas de un escrito.
Señala las variaciones de ánimo, de humor y de voluntad. Refleja su constancia y estabilidad, como también el grado de madurez de su conducta, sus principios y convicciones.
• Presión (o peso):
Es la intensidad de los trazos, el contraste que la tinta refleja en el papel.
Muestra claramente la energía del autor, de sus sentimientos, su vitalidad e instintos, es un válido indicador de la tenacidad y el nivel de posibilidad de realización personal.
• Velocidad:
Representa el grado de rapidez en la producción gráfica, la velocidad de escritura de cada persona, normalmente medida en letras por minuto.
Evidencia el nivel de inteligencia del escritor, el ritmo de su actividad y la manifestación de su temperamento, sus impulsos y su carácter.
• Continuidad:
Trata sobre las características de unión o separación entre las letras en las palabras.
Señala el tipo de inteligencia del autor, así como su capacidad para unir ideas y conceptos, su intuición y la combinación de ambos recursos. Su constancia y capacidad de desenvolvimiento en distintos ámbitos.
Adicionalmente la inclinación, que es la tendencia de la escritura a proyectarse hacia la derecha o la izquierda, indica principalmente la necesidad de contacto con los demás, y el nivel de extraversión o introversión del autor, es un punto de vital importancia; tanto que algunos autores lo añaden al grupo anterior como un octavo elemento.